Tuesday, October 25, 2005


BABASONICOS: ANOCHE (21 OCTUBRE 2005)

Babasónicos es una banda inteligente, los que la hemos conocido desde sus incios podemos dar fe de ello, y de ellos. El coqueteo y la prostitución musical, que hicieron de sus propios códigos, en su multiventas INFAME, queda atrás en ANOCHE. Este disco huele a resaca, a dolor de cabeza, a todo aquello que hiciste en el desenfreno de las luces, de la desinibición, en la entropía absoluta. Anoche, se nos muestra como un disco reflexivo, en cuanto a que posee un nivel de autocrítica autolascerante bastante fuerte. Lo anterior se ve reflejado en "Pobre Duende", en la que solamente a los compases de una guitarra, se recriminan haber destrozado al duende del rock y haberlo convertido en una estampa estúpida de sumisión. Los fuegos son abiertos por "Así se habla", rayando la cancha, de inmediato, marcando las diferencias, exigiendo en vez de pedir, todo al compás de la guitarra furiosa de Mariano Sónico. Los siguientes tres cortes, son una especie de trilogía, una canción cortada en tres, Carismático, Yegua y Flash, incluso se mezclan al final de Carismático. Dárgelos con la acidez y provocación de siempre, vuelve a recriminarse de su estadía por la fama("Tengo que aprender a fingir más y ano mostrar lo que siento", "algunas noches soy fácil.."). La mordacidad se mantiene en un alto nivel, con la única diferencia que esta vez el blanco de las ironías son ellos mismos.
Acelárndose, deliberadamente en contra del tráfico, girando en U, se trasluce inequívoca la intención de no caer en los ambientes creados por Infame y por algunas atmósferas de Jessico. Las letras pervertidas de Dargelos, siguen llevandonos a tabernas inmundas, así se sucede con "Puesto", en donde el sensual y freak front man, se transforma en un casanova de ocasión, atrevido e insolente, sugerente y rebelde. La calidez abrazadora, la seducción cebolla en ritmo de bolero de "Capricho" la sugiere como un single radial seguro y muy efectivo. "El Colmo" es una gran escapada, manteniendo la idea de renegar, suplica por lo nuevo, lo indómito, lo desconocido, lo lejano, lo olvidado. En verdad que este disco puede ahullentar a las moscas, por lo menos en esos términos está concebido, el sentimiento de astío es casi tan similar al disco "FOME" que hicieron Los Tres después de su multimillonario "La espada y la pared". Será tan fácil escapar?. Un único reproche. Creo que deberían haberse tomado un tiempo de reflexión mayor. Haber desaparecido unos años....y cantar desde la distancia, haberse borrado. Se nota la bronca. Quisieron sacudirse rápido...no obstante creo que las moscas no los han dejado y seguirán polulando a su alrededor. Ta bueno el disco para escucharlo con un tekila solo, golpeando la mesa por más. "Anoche" suena a arrepentimiento, a confesión, casi a una digna vergüenza, que se asume en la mañana siguiente...ojo..sin perder la acidez, el buen gusto y la inteligencia propia de la banda. Se agradecen las explicaciones señores Babasónicos.

Thursday, October 20, 2005


Cuatro años tardaron los ingleses Depeche Mode en dilucidar todas las dudas acerca de su rompimiento definitivo, y lo hacen de la forma que mejor saben, haciendo buena música. Mucha agua pasó bajos los puentes que dejó Exciter (2001), incluyendo sendos discos solistas de los dos referentes de sus seguidores, Martin Gore y David Gaham. Prueba de que el silencio no es timpo perdido, es que en Playing The Angel, Gaham hace su aporte con 3 canciones, prerrogativa que en toda la discografía de los depeche estaba entregada al cerebro omnisciente de Martin Gore. La verdad que Playing The Angel es un disco mucho más oscuro que su predecesor. La entrega la abre la rockanrolera A pain that im used to, que contiene algunas betas del rock industrial de Exciter, y que con una lírica desafiante quiere dejar sentado que son un grupo adulto dificiles de imprecionar. Los sones de la apocalíptica John the Revelator se dejan sentir agradables sobre bases electroclash, tocan un tema recurrente en sus trabajos noventeros, como es su fobia por los códigos religiosos, por las doctrinas separatistas y fundamentalistas que parasitan cerca de la religión. Destacan los reefs, tipo Personal Jesus, que se desprenden más ácidos de los dedos de Gore. Los bits se transforman dando paso a una muy ochentera Suffer Well, el primer aporte al disco de David Gaham, bastante autoreferente en términos de letras ("un angel me gió cuando estaba ciego, le dije traeme de vuelta y cambié de opinión) , pues escribe desde el dolor, no como estrategia sino como terapia para no caer de nuevo. El coro abre una puerta clara a Behind the Wheel
The Sinner in me se adentra en la oscuridad propia del disco y en la inquietud característica de la banda por crear lugares y ambientes nuevos, sin apartarse de su sello tan propio. La oscuridad se ve quebrantada por la dulcura pop de Precious, el gancho comercial del disco, pues no hay otra canción mas digerible, que paradojalmente toca un tema bastante íntimo como lo es el proceso de separación de Martin Gore de su mujer. Macrovision nos da las muestras de grandilocuencia que acompañan las canciones que Martin Gore se guarda para si, se lo nota refelexivo y en búsqueda. La penunmbra se mantiene en I Want it All, en un sensual filtreo por los caminos del amor, Gaham divaga, sádico y sadomasoquista, siempre en control, en la manipulación sombría, en la insatisfacción.
Nothing"s Impossible nos mantiene flotando en esta oscuridad, pese que el título de la canción nos sugiere optimismo y la letra lo refleja, el tono es de lejanía, de ausencia...los susurros de la última uva aportada por Gaham al disco se mezclan con la instrumental, pero no pro eso menos oscura Introspectre.
En el cierre nos encontramos con Damagde People, la prédica vuelve a las manos de Martin Gore y refleja plenamente su situación actual. Lilian da el toque sexy y bailable, con Gaham provocador y sensual, sin dejar la oscuridad que atraviesa todo el disco.
Cuento aparte es The Darkest Star, algo así como el requiem final de Playing The Angel, la ceremonia, un pedazo de canción, el último capítulo de esta obra sombría, que se agradece y aplude a rabiar. Depeche sin hacer concesiones, sumidos en la alegría de la reunión....bastante lóbrega, inundados de ambientes nocturnos, en la ausencia total de la claridad, nos refrezca con su sello inconfundible. Todavía hay harto que dar, las sutilezas depuradas de los Depeche siguen intactas, creando y diseñando nuevas escenas electrónicas. Este es un disco para escuchar una noche brumosa acompañado de un buen vino...eso si que solo. Gracias Depeche, las expectativas eran altas ......su consecuencia también.

Wednesday, October 19, 2005

VAN MORRISON: MOONDANCE

Es un verdadero honor dar el kicking off a este nuevo boliche, con un verdadero clásico. Hago presente mis respetos al señor Van Morrison y su popular disco Moondance. Posterior a su grandísimo y espiritual disco Astral Weeks, George Ivan Morrison, nos sorprende gratamente con una entrega que sería su clásico por antonomasia. Moondance, apelativo sugerente de ambientes bohemios, abre los fuegos paradojalmente, con la hermosa Aint stone me, en que Morrison, solicitando autorización a su propia escencia, aborda la fuerza y determinación de su carácter de Irlandes de Belfast, para posteriormente, flirtear de manera lúdica, con el jazz y el soul americano en la distinguida y refinada canción que da título al album. Nos quitamos el frac y el sombrero, nos desatamos la corbata, para servirnos un buen wisky bajo las cadencias sonoras que nos propone Crazy Love. En esta canción se reflejan, de manera sobresaliente, los coros femeninos que acompañan a un Morrison susurrante y contemplativo; en efecto, estas segundas voces nos traen reminicencias inéquivocas gospel, evidenciando las influencias del disco.
El camino se nos hace un delite al recorrer las iluminaciones creativas de Caravan, Into the Mystic, Come Running, These dreams of you, en donde se trasluce el influjo folk de Van Morrison, muy similar a lo que nos regalara Starsailor en su gran disco Love is Here, o las bellísimas melodías de Jeff Buckley; hasta que nos detenemos en una epifanía denominada Brand New Day, un verdadero himno, potente y melancólico a la vez, que irradia el optimismo y obstinación un tanto desgarvada de los irlandeses para enfrentar la adversidad, ciertos ante la inexorable convicción de que las nubes pasarán én algún momento. Sin duda se alcanza el momento más emotivo del disco bajo los sones de Barn New Day.
Morrison nos despide con Everyone y Glad Tiddings, donde se confirma el macizo trabajo creativo que está detrás de esta gran voz. Después de curzar las tormentas, danzamos como niños al son del tambor y la alegría integracionista de Everyone, con esa flauta tan clásica de la música Irlandesa, vamos bajando tomados de las manos esos parajes bucólicos, en busca del refugio, volviendo a casa. Llegamos de etiqueta, de gala, a la fiesta más universal de Van Morrison y nos vamos en la mañana con la chaqueta en el hombro y la corbata en el bolsillo con la profunda convicción de habernos maravillado en la simpleza interpretativa y en la variedad sonora de don Van Morrison. Y por cierto nos vamos todos juntos.... a pie y abrazados.
Saludos!