Thursday, December 01, 2005

Thievery Corporation. The Cosmic Game.

En la constante evolución musical, producto de espíritus inquietos, experimentos sonoros; en el devnir de nuestros tiempos, en los cuales, ya nadie puede preterir de forma alguna, la prescencia de la musica electrónica, y la infinidad de variantes que, beats, loops y samplers han generado, en este reciclaje de sonidos, atmósferas, ambientes, donde el mestizaje etnico y cultural no ha sido ascéptico a la inquietud electrónica de músicos inteligentes, debemos necesariamente hacer un parada en esta Corporación, que ha robado a destajo, y que por contrapartida nos ha regalado verdaderas gemas únicas, elegantes y sofisticadas.
Thievery Corporation nace, al igual que sus exquisitos sonidos, producto del mestizaje de dos inteligentes musicos norteamericanos provenientes de Washington, Eric Hilton y Rob Garza. En efecto el término mestizaje no es erróneo, pues Hilton bastardo de la escena punk rock, y maravillado por las nuevas liturgias que podía crear la música electrónica, empezó a crear pistas de lo que el propio Hilton bautizó como "buena música". Al mismo tiempo, y en sincronía paralela, Rob Garza vástago de los sonidos indúes y árabes, se concentraba en la misma tarea. La sincronía hubo de encontrarlos para que juntos, se dedicaran a "robarle", al jazz, el bossanova , el funk, el hip-hop, trip hop, algunas ideas y convertirlas en un sonido único y original, que vino a deslumbrar a la escena ambiental, chillout americana. Ese lounge abstracto que curte Thievery Corporation, nos vuelve a deleitar con el disco The Cosmic Game. Una entrega de calidad que se mueve, ya con la confianza de la experiencia en el circuito y el aval de invitados como Perry Farrel (The Revoltion Solution), David Byrne (The hearts a lonely...), imponente y glamuroso por esas atmósferas que son marca registrada de los Thievery Corporation. Un disco en el que partiendo de un axioma, una verdad indubitada, un estilo, granjeado a base de sudor más que de lágrimas, en sus discos anteriores (Sounds from Thievery Hi Fi, The Mirror Conspiracy, The Richiest Man in Babylon), transitan los caminos del reggae (Wires and Wachtowers), el misticismo selvático (Pela Janela), ese tantrismo indú con cítaras y tablas (The Suprime Ilution), de forma sublime. Punto aparte es la canción Ambición Eterna, que cuenta con la maravillosa voz de Verny Varela, y unas reflexiones powerfull.
Si en The Mirror Conspiracy la plussvalía venía dada por ese toque elgante, fino de sus tracks; en The Cosmic Game, el valor agregado está en incorporar la experimentación sicodélica a cada una de las canciones, que si bien pueden asociarse con determinadas influencias, no puede decirse que sean excluyentes en términos de simbiosis y poligamia instrumental, de vientos y percusiones muy latinas, con ese delicado y extremadamente elegante órgano Rohdes. Un disco verdaeramente extraordinario, ambiental y lisérgico. Como para escucharlo con inciensos (y demases hierbas estimulantes), masticando alguna semilla de ginsen, con una larga copa de vino o champagne. La elegancia electrónica del downtempo al servicio, o mejor dicho al deleite de los sentidos. Superlativos.
Un dato para los que dispongan de un presupuesto olgado les comunico que Thievery Corporation se encuentra este viernes 02 de diciembre en Buenos Aires, en el Personal Fest de Pepsi, junto a Macy Gray, Good Charlotte y Simple Minds. Rara mezcla. Que lata que a ningun ocurrente productor los trajo a Chile. Adios y saludos.